miércoles, 22 de agosto de 2012

Odio lo que soy


Yo me parezco demasiado a lo que odio, por eso me levanto cada día a despotricar del mundo en el que vivo. Pero es porque uno sólo puede criticar proyectando sus defectos en los demás, nunca en primera persona.

No aguanto a los manipuladores, no soporto la doble moral de la gente ni que crean en Dios, pero es porque yo manipulo y tengo doble moral. Alguna vez le recé a Dios, sin éxito.

Uno se critica a sí mismo en los otros para poder mirarse al espejo cada mañana. Me da placer, por ejemplo, ver cómo la imagen del Presidente se ha venido dañando. Me alegra porque Juan Manuel Santos representa al peor tipo de ser humano que conozco: el cachaco estrato seis. Hipócrita, snob, pretencioso, clasista, culpable de la violencia de este país que después organiza marchas y Alimentartes para remediarla. Lo digo yo, que toda la vida he tratado de convertirme en un cachaco de clase alta pese a haber nacido costeño clase media.