viernes, 27 de junio de 2014

Teníamos tan poco

Teníamos tan poco que esta es la mejor actuación de Colombia en un mundial.

Teníamos tan poco que tocó que llegara un extranjero a ponerle orden a esto. Porque muy James y muy Cuadrado y my récord de Mondragón, el mayor responsable. Sin él, ni al mundial habrían ido.

Teníamos tan poco que el día que Colombia le ganó a Costa de Marfil se convirtió en la mejor selección de toda la historia de este país. Bastaron dos juegos para romper todos los récords.

Teníamos tan poco que antes de ese día en Brasilia, nunca antes había ganado dos partidos en un mismo mundial.

Teníamos tan poco que Valderrama dijo luego de la victoria contra Costa de Marfil que este equipo no era mejor que el que él condujo en los 90, porque el suyo había ido a tres mundiales y clasificado en octavos de final una vez. Estaba equivocado, porque su Colombia nunca ganó su grupo, ni siquiera quedó segunda. En Italia 90 clasificó como mejor tercero, mientras que en 94 y 98 el tercer lugar en el bolsillo, se quedó en primera fase.

miércoles, 25 de junio de 2014

El inquilinato

Dos tipos de periodistas vienen a cubrir el mundial, dos estratos: el seis y el Sisbén. Al primer grupo pertenecen los de televisión, principalmente. Vienen en combo, grupos numerosos de técnicos, camarógrafos, asistentes, presentadores, narradores y comentaristas. Sus empresas les dan los tiquetes aéreos, viáticos, carros, les alquilan buenos apartamentos o los hospedan en hoteles de cuatro estrellas para arriba. Las cadenas de televisión son las que más facturan por publicidad y además tienen los derechos de transmisión, por eso se dan el lujo de traer un ejército. Univisión, por ejemplo, llegó a Brasil con 300 personas.

Luego estamos los que escribimos, que venimos al mundial y vemos los partidos desde el estadio igual, pero no nos sobran los lujos. No es que nos estemos muriendo de hambre, pero lo que no hacemos por nosotros mismos no nos lo hace nadie. Al mundial asistimos por gomosos y porque el director del medio nos sigue la cuerda, pero salvo excepciones (El Tiempo), toca rebuscársela para aguantar el mes entero.

Nos hospedamos en apartamentos modestos, nos medimos en los gastos, no vamos a restaurantes de lujo y andamos con un morral a toda hora. Porque eso sí, viajero de combate que se respete anda siempre con un morral, una especie de kit portátil por si se presenta cualquier emergencia. Repito, no nos estamos muriendo de hambre, pero si nos podemos ahorrar un real por este lado y dos por el otro, regio.

En mi caso, por ejemplo, estamos diez en un apartamento para seis. Es como un inquilinato: tres cuartos, dos baños, aunque en realidad es uno, porque el segundo es de emergencia. Es estrecho, queda al lado de la cocina y tiene la ducha encima del inodoro. Pagamos por un mes de arriendo lo que costaría en Bogotá un apartamento estrato seis, y dormimos de a tres en cuartos hechos para dos. Al principio de nuestra estadía, había que cerrar la entrada de gas de la estufa para que saliera agua caliente en la ducha, pero al tercer día el calentador sacó la mano. Llamamos a la dueña para que lo arreglará, pero no volvió a contestar el teléfono, así que ya nos resignamos y nos estamos bañando con agua fría.

Lea la entrada completa aquí

jueves, 19 de junio de 2014

Tu arquero es malo

A Gustavo Poyet me lo crucé el otro día en la sala de prensa. No lo abordé de inmediato porque estaba hablando por celular, así que esperé 15 minutos a que colgara, como quien no quiere la cosa, para que no se me fuera a ir.

Pasado el tiempo me le acerqué y le dije “Gustavo”, como si lo conociera. Él volteó, me presenté, y empezamos a hablar. Por si no sabe, Poyet es el actual entrenador del Sunderland de Inglaterra. Yo lo admiro por el jugador que fue, pero también porque en esta temporada que acaba de terminar evitó el descenso cuando tenía todo para irse a la B. Llevaba las de perder porque su equipo acumulaba cinco derrotas consecutivas y en las últimas fechas tenía que enfrentarse a Manchester United, Manchester City y Chelsea, todos como visitante. Y pasó lo increíble: no perdió. Le ganó al United y el Chelsea y empató contra el City. Al final, su hazaña mandó a segunda división al Norwich.

En Europa, Poyet jugó en el Real Zaragoza, Chelsea y Tottenham Hotspur, y con los dos primeros ganó la Recopa de Europa. Poyet estaba emocionado, tanto como yo, porque era su primer mundial. Increíble que un jugador como él nunca hubiera disputado uno, pero así son las cosas. Cuando estaba activo, su país, Uruguay, tuvo un bache de 12 años sin mundiales. En 1990 aún no alcanzaba su pico máximo de rendimiento, y para 2002 ya contaba con 35 años.

jueves, 12 de junio de 2014

Las notas de color

Ya no basta con analizar el 4-4-2 con líbero alternado y volante trescuartista, como hace el profe Vélez en radio y televisión. Ahora, desde hace rato en realidad, a los periodistas nos piden que hagamos ‘notas de color’ cuando venimos a un evento como el mundial de fútbol.

‘Notas de color’, qué nombre tan marica para una actividad que consiste en hacerles preguntas idiotas a personajes aún más idiotas. Como yo no soy Carlos Antonio Vélez ni Javier Hernández Bonnett, que viven de analizar partidos y dárselas de que saben más que el técnico (pero suéltenles un equipo para que vean cómo lo mandan a la B en un semestre), la gente espera que yo haga unas notas de color con cuanto fanático me encuentre, y yo me niego, porque el que queda en ridículo no es solo el entrevistado, sino el reportero que se puso a hacer la nota. Para hacer notas de color, supongo, acá está también Jota Mario Valencia, a quien ayer me encontré en el IBC, el centro de medios del torneo. Él y yo estamos en las mismas: diciendo desde acá las bobadas que podríamos decir en Bogotá.

Precisamente ayer, 12 horas después de haber aterrizado en Río de Janeiro, me encontré con Jorge Alfredo Vargas, a quien ve uno muy formal de traje y corbata presentando noticias como para que esté en la playa de Copacabana haciendo preguntas a los transeúntes.

Lea la entrada completa aquí


jueves, 5 de junio de 2014

Me caso

Mientras escribo estas líneas, una mujer está cogiendo un avión en China para venir a casarse conmigo. Qué bello, pero qué responsabilidad también. Y aunque ya no hay vuelta atrás y la decisión fue anunciada hace meses, de mi hermana para abajo aún hay gente que no me cree (la mitad porque no me conoce, la otra mitad porque me conoce muy bien). Para que me entiendan, y porque se lo prometí a la que viene en el avión, va este listado. Sabrán perdonar lo cursi.

Lea la entrada completa aquí