martes, 8 de noviembre de 2011

YU55

Recibes con alegría la noticia de que un asteroide pasará cerca de la Tierra este martes. Meteorito, asteroide, cometa, da lo mismo, lo que quieres es morirte e igual da una bala que un objeto celestial.

Tu emoción crece cuando lees que se trata de la aproximación más cercana en 200 años, pero decae al siguiente renglón de la nota, donde se aclara que el objeto no representa peligro alguno para el planeta.

Sigues con el artículo y te preguntas qué tipo de periodismo es este, que le dedica tiempo y esfuerzo a un asteroide que pasará a 240.000 kilómetros de distancia, cuando lo que quieres leer es que caerá en el comedor de tu casa mientras tomas el desayuno.

¿Qué esperabas de un cuerpo rocoso llamado YU55? Educado en el catolicismo como eres, lo tuyo no es eso, a ti te corresponde morir con dignidad a manos de un jinete del Apocalipsis.

Tu posible verdugo tiene 400 metros de diámetro y viaja a 48 mil kilómetros por hora, lo que podría matarte varias veces. A los dinosaurios los exterminó uno más grande y más veloz, pero no pides tanto. Tú no quieres acabar con la especie, quieres acabar contigo sin cometer suicidio.

El YU55 volverá en 2094, cuando estés muerto. Tú única esperanza ahora es el WN5, que pasará entre la Luna y la Tierra en 2028. Son 17 años de espera y hay poco de poesía en morir aplastado por una piedra que ni siquiera es de este mundo, pero es lo que hay.

Mientras llega, rezas por un desliz de Netanyahu, un ataque de locura de Ahmadineyad o por una mujer que sea capaz de romperte el corazón de verdad.