lunes, 18 de noviembre de 2013

El Community Manager

Se armó un tierrero porque desde la cuenta de Twitter de adidas llamaron “descerebrados” a los que criticaron la nueva camiseta de la selección Colombia de fútbol. Ya saben cómo es la gente de delicada. No nos gustan los cambios y lloramos cada vez que se presenta uno. Hay que ver la que se armó cuando rediseñaron la página de El Tiempo, o las quejas cuando cambian la interfase de Facebook. 

Siempre es lo mismo: matoneo verbal, lamentaciones, amenazas con cerrar la cuenta o con que nunca se va a volver a comprar el producto. Que yo sepa, el único cambio significativo que se ha tenido que reversar es el de la fórmula de la Coca-Cola; de resto, puras amenazas de consumidor dolido.

Y sí, no se debió usar ese lenguaje desde la cuenta oficial de una multinacional de prestigio, pero tengo entendido que fue un error del community, que quiso mandar el tuit por su cuenta personal y puso mal el dedo. Se trata de una equivocación que hubiera podido cometer cualquiera pero que quién sabe si se lo perdonaron. Ser community manager es de esos oficios que tienen mucho nombre y poco sueldo, como el ejecutivo de cuenta o el editor. De hecho, el community manager suele ser el coime de todos en la empresa, hasta de los periodistas, que ya es mucho decir. 

Si me preguntan, bien que el tuit se haya ido por la cuenta de adidas y no por la personal del que mandó el tuit. Ni la marca de ropa ni la selección Colombia son públicos; son entes privados y uno mira si los consume o no. Si no le gusta la nueva camiseta de Colombia, pues no la compre. Y, repito, fea no es, para nada, lo que pasa es que la gente no sabe qué hacer cuando le cambian la receta.

Además, ¿qué esperaban del tipo que puso el tuit, si es un community manager? Y no se trata de pordebajear al gremio. A ese gente le pagan una miseria y le exigen al máximo. Todos le ponen tareas en las que “no se demora nada” pero que consumen todas las horas libres, y encima esperan que rindan y responda como si fuera el presidente de la empresa. Muchas veces, el medio o compañía  para la que trabaja tiene un producto mediocre, pero si no se mueve bien en redes sociales culpan al community y no al que hizo el producto que se trataba de promocionar.

Ahora resulta que en las universidades existe la carrera de Community Manager y yo desde acá hago un llamado para que nadie la estudie. Con esos sueldos que pagan les va a tocar trabajar hasta los 80 años para pagar lo que debe valer un semestre de esa vaina.

Y raro, porque los community parecen ser necesarios, ve uno a todo hora que viven poniendo anuncios donde se necesita uno. Poco antes de escribir este artículo había uno en Twitter que decía: “Busco CM senior con enfoque creativo y 2 años de experiencia certificada. Enviar HV urgente. #TrabajoSíHay”. Se veía necesitado el que lo escribió, me muero por saber ver las monedas que le deben estar pagando y la leche que le deben estar sacando al elegido. Trabajo sí hay, lo que no hay es plata.

Publicada en la edición de noviembre de la revista Enter. www.enter.co