lunes, 14 de julio de 2014

Los adoradores de MisterChip

Me aburrí de MisterChip, el tipo de Twitter que da estadísticas todo el tiempo. Empecé a seguirlo en el mundial de 2010 porque era novedad y tiraba cada dato que lo dejaba a uno descrestado, pero le di unfollow antes de que empezara este de Brasil porque descubrí que no decía nada relevante. Mister Chip fue la sensación en Sudáfrica y su nombre se fue esparciendo entre periodistas, deportistas y aficionados al fútbol. De hecho, sus datos empezaron a ser usados en las transmisiones de los partidos, costumbre que se extendió, una vez finalizado el torneo, a más competiciones y a otros deportes.

Y está bien, tiene su gracia. Al español Alexis Martín Tamayo (así se llama) se le abona su dedicación y su profesionalismo. En entrevistas ha confesado que empezó a juntar datos a los 8 años a manera de pasatiempo porque sentía que a las transmisiones de fútbol les faltaba algo, y la verdad es que a sus 41 años puede decir que ha dedicado su vida a ello. Y está bien, pocas personas han sido capaces de convertir su obsesión en un estilo de vida y una forma de sustento.

Pero una cosa son su esfuerzo, seriedad y exactitud, y otra su inutilidad. Uno lee bien, y salvo uno que otro dato relevante esparcido por ahí, MisterChip no dice nada importante. Más de 70 mil tuits redactados a lo largo de cinco años, casi todos llenos de datos que no importan. Basta con meterse a su timeline para leer cosas como que Schurrle es el primer jugador del Chelsea que hace un pase gol en la final de un mundial, o que hasta la final contra Alemania, Argentina nunca había perdido un partido usando el uniforme azul. ¿En serio? ¿De verdad importa eso?

Lea la entrada completa aquí