martes, 8 de marzo de 2011

Amor en la era digital

Más que tristeza por haberte perdido, me da pesar la escasa épica que tuvo nuestra relación. Y digo relación a falta de una mejor palabra. Fue un amor pedorro este, típico de la era digital en la que vivimos, donde todo termina con la rapidez con la que surgió. Antes de ti estuve con una mujer que se casó frente a ochocientos invitados y se separó a los cuatro meses, así que calcula lo devaluado que está el asunto.

Dos reinos no se declararán la guerra porque tú y yo hayamos terminado, dos familias no se aniquilarán entre ellas; esto no es Romeo y Julieta. Se trata apenas de dos personas que devengan un sueldo y que para verse tenían que cruzar una ciudad en caos.

Aquí nadie llorará ni se deprimirá tanto que no querrá salir del cuarto en días. Tú no creerás que nunca vas a encontrar a nadie como yo. Yo, en cambio, de golpe sí pensaré que me costará dar con alguien como tú, pero eso es porque soy un idiota y además tiendo a dramatizar las cosas.

El final de nuestra historia en la era digital me verá sacándote de chat, dándote unfollow (tú harás lo mismo), borrándote de Facebook. En fin, maricadas que hacemos los adultos de hoy a la edad en la que nuestros abuelos cruzaban, ya no una ciudad, sino el océano mismo por amor.

No lo haré de inmaduro, te lo juro, tú lo sabes. Lo que ocurre es que necesito sacarte de mi vida lo más rápido posible y entre menos tentado esté a recorrer mis pasos contigo, mejor para ambos. Espero que cuando te supere vuelvas a aceptarme en todo lo que te saqué, pero sobre todo que me vuelvas a dar follow, porque a mis seguidores los quiero tanto como yo alcancé a quererte. Lo de Facebook sí va a ser un problema, porque además de sacarte te bloquearé y todavía no sé cómo se desbloquea en esa vaina.

Por el momento no preciso de tus recuerdos, estoy más tranquilo sin ellos. Por eso rompí un par de boletas (una de cine, otra de un concierto). Por ahora todo lo que necesito (fechas, besos que aun nos damos, tu cuerpo desnudo) lo tengo aquí. Y cuando digo aquí me toco tres veces la sien izquierda con el dedo índice del mismo lado.