jueves, 13 de diciembre de 2012

Hacer mercado o ver a Millonarios


Es duro el golpe cuando se sabe que la boleta más cara para ver a Millonarios en la final del fútbol profesional cuesta $530.000. Duele aunque uno no sea hincha de Millonarios y lleve seis años sin ir a un estadio en Colombia.

Ya después se ve bien la noticia y entiende que el precio para abonados y socios es muchísimo menor, pero igual, que 90 minutos de un fútbol tan mediocre como el colombiano cueste un salario mínimo mensual (y que haya gente que lo pague) habla muy mal, no del país y de su fútbol, sino de la naturaleza humana.

Lo dicho, se lee la noticia de primerazo y salta enseguida el justiciero de quinta que llevamos dentro, el que pretende cambiar el mundo sin levantar el jopo del sofá. Primero, ideas llenas de rabia: que ahí están pintados los cachacos; aprovechados, hampones con buenas maneras, snobs y con ínfulas. Siempre se han sentido ingleses y ahora deben pensar que Millonarios es el Chelsea para gastarle esa plata.