jueves, 5 de julio de 2012

España

Yo supe qué era España 25 años antes de conocerla, gracias a los curas del colegio donde estudié. Bernardo, Viloria y Vidal eran como la santísima trinidad. Crecí viendo la vida a través de ellos.

Vidal, el de primaria, vestía de camisas azules o blancas de manga corta, olía a perfume y nos pegaba por lo que fuera: llegar tarde, sudar en recreo, pelearnos. Era impredecible. Podía estar de buen humor y transformarse al minuto siguiente. Nos ordenada que sostuviéramos las manos sen el aire con las palmas mirando hacía el suelo y las golpeaba tan duro que las dejaba rojas. Nos daba con furia, como si se estuviera vengando de algo malo ocurrido en su niñez en la Madre Patria. 

Por cuenta de eso empecé a odiar a España, a desagradarme más de lo que me gustaba. Ocurrió igual cuando la conocí. Gran país al que espero volver siempre, pero no dejo de sentir dolor por la Conquista, la Colonia, la Inquisición y los golpes de Vidal, que seguro se está quemando en el Infierno junto a otros sacerdotes como él.

Lea el artículo completo en http://bit.ly/NaUdBw