De golpe lo que le falta a
mi vida es un carro. Muchas veces me he preguntado si la plenitud se encuentra
en la paz mental, en formar una familia o en dejarle un legado al mundo.
Desesperado, me he refugiado en religiones y libros de autoayuda, incapaz de
ver que la respuesta a todo está en el concesionario más cercano.
Últimamente paso mucho
tiempo con el jopo en el sofá, viendo televisión y navegando en internet, porque
cuando no tienes carro y vives en un país como Colombia te da jartera salir.
Jartera y miedo. Yo me siento incapaz de entregarme a la calle después de que
el sol se ha ocultado, todos mis planes tienen que hacerse efectivos antes de
las seis de la tarde.
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