¿Qué
encontrarían en la ducha, en los anaqueles de su baño? ¿Cuántos envases de
champú medio vacíos, cuántos restos de jabón fosilizados?
Mi
casa no soportaría una inspección ni de mi madre, que me perdona todo: boronas
de brownie en las sábanas de la cama, facturas viejas en la mesa de noche, ropa
sucia doblada en el closet como si estuviera limpia, envolturas de chocolatina
debajo del sofá del estudio, loza sin lavar en el fregadero, el canal
‘Utilísima’ en el televisor, gigabytes de porno en el computador. Un examen más
a fondo hecho con esa luz negra que usan en CSI revelaría manchas de semen en
la alfombra producto de todo ese porno, pero también de las veces que tuve sexo
sin condón.
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